Llevamos casi nueve meses con un nuevo
papa y todo ha empezado a cambiar. El día que nos enteramos de la renuncia de Benedicto
XVI, comenzamos a pensar en la Iglesia como institución y nos preguntamos: ¿qué
se podría hacer para actualizarla?
Realmente no era la primera vez que
pensabamos en este tema, pero con esta renuncia parece que la pregunta nos
venía más a la mente.
Creo que lo primero que habría que hacer
es una lista real de los que de verdad se sienten Iglesia. Porque hay muchos grupos, movimientos,
individuos diferentes que se sienten “iglesia”, y a partir de aquí, ir entregándo esta lista a
las parroquias.
Una vez que cada parroquia tuviera su lista,
se trataría de hacer que las personas de forma totalmente libre pudieran hablar
y exponer las ideas de “iglesia” que cada uno tuviera, este sería quizás el
proceso más interesante. Una vez escuchados nos daríamos cuenta de las
diferentes visiones que cada uno de nosotros tenemos.
Entonces podríamos empezar a trabajar. Sabemos
que es un sueño, pero creemos que este papa ha empezado a dar pasos. Su grupo
de cardenales que le aconseja, la mujer que va a empezar a ser escuchada, su
cercanía a la gente llamándolos por teléfono… Quizá todo sea un sueño, pero ¿no
sería una forma de escuchar la voz del Espíritu que habla a través de su
pueblo? No nos rindamos, hemos de seguir luchando por una Iglesia mejor.
Un abrazo
Huellas
Pues quizás sea un sueño, pero estamos nosotros para hacerlo realidad. ¿Alguien se esperaba que un papa fuese capaz de hablar el lenguaje que habla este papa? Podía también haber sido un sueño. Un sueño que se ha hecho realidad. ¿Por qué los párrocos no cuentan más con los seglares que acuden a la iglesia? ¿Por qué se sigue identificando iglesia con los curas? ¿Y nosotros los seglares, qué pintamos? Un largo camino a recorrer. Setarcos
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