jueves, 11 de agosto de 2011

SENTIR LA VIDA



PARA SENTIR LA VIDA NO HAY QUE OLVIDARSE QUE EXISTE LA MUERTE

Quizás no hemos pensado demasiado en esto. Sabemos lo que es la luz porque conocemos la oscuridad. Valoramos más las pequeñas cosas cuando hemos tenido que estar sin ellas. Echamos de menos a los que queremos cuando se van.

Parece que todo es una pura contradicción, pero es así. El problema no es vivir en esa situación contradictoria. El problema está en pensar que se puede estar muerto en vida. Eso si es un problema.

Cuando somos negativos, cuando nos cansamos de vivir alegres, cuando vemos todo negro y no hacemos nada por salir del pozo, cuando somos orgullosos y no sabemos pedir ayuda, cuando nos falta la esperanza… entonces sí estamos muertos en vida.

Jesús sabía que iba a morir y sin embargo se reunió con los amigos y discípulos a cenar y no les amargó la cena. Al contrario fue el momento de la institución de la Eucaristía. Dejó algo grande para nosotros.

Por eso no seamos como esas personas que parecen congeladas en la vida. Seamos sonrientes y esperanzados y aunque sabemos que vamos a morir, eso no es nada. Supone ir a nuestra casa, a la casa que Jesús nos tiene preparada en la mansión de nuestro Padre. Ánimo hermanos, allí nos veremos otra vez para seguir queriéndonos.

Huellas

2 comentarios:

  1. Me apunto a la fiesta, a lo divertido, a lo gozoso...me apunto a uan cara son sonrisas, a una mano que estrecha a otra mano...aún sabiendo que hay caras largas, momentos tristes, dolor mucho dolor, injusticia, muerte...aún así yo me paunto a la vida.. porque eso es lo que me hace feliz.

    ResponderEliminar
  2. Conectando con el último párrafo: "morir no es nada", me permitís que ponga el segundo cuarteto de un soneto de Martín Descalzo: "Morir sólo es morir, morir se acaba, morir es una hoguera fugitiva, es cruzar un puerta a la deriva y encontar lo que tanto se buscaba.

    ResponderEliminar