jueves, 30 de septiembre de 2010

EL AMOR Y EL SACRIFICIO

"cardos" si sabes acercarte podrás dialogar con ellos y apreciar su belleza
“El amor exige una gran labor: no es obra de un día ni empresa fácil. Sin duda conocerá también dolores; unos vendrán por su culpa, otros serán las pruebas inherentes a toda vida humana. Debes aceptarlos. Ellos te purificarán y te ayudarán a vencer estos gérmenes de pecado y de muerte tan temidos. El amor es protegido por la cruz…



Además de una protección, la cruz ofrece también al amor la posibilidad de superarse y de alcanzar una nueva grandeza. Constituye para él la prueba, la piedra de toque. La cruz le obliga a demostrar su valor. Con ella, o se superará y alcanzará esta nueva nobleza que se le propone o bien la desdeñará y se convertirá en el esclavo más o menos envilecido del egoísmo y de la sensualidad.


Ciertamente, hay en la vida del hogar horas radiantes –las hubo en la vida de Cristo-, pero la ilusión de una felicidad fácil y sin eclipses es mortal para el amor. Esta ilusión es la responsable de muchos fracasos que presenciamos como testigos impotentes. Fracasan infaliblemente quienes entran en el matrimonio sin comprender que no hay dicha si no se establece en la mortificación de todo este egoísmo del goce introducido por el pecado en el corazón humano. Porque han rechazado la cruz, les será negado el acceso a las mejores dichas del amor.


Mientras los que no aman verdaderamente se rebelan ante los brazos tendidos de la cruz, los demás ven ella la gran oportunidad ofrecida a su amor para afirmarse y aumentar. Es muy fácil amar cuando se obtiene del amor un provecho inmediato; pero amar cuando es preciso sacrificarse por la dicha del otro, es magnífico. Esta grandeza del amor ara desconocida antes del pecado. En su camino sin obstáculos, el amor no tenía necesidad de superarse. El pecado, al ser causa de sufrimiento, le dio esta ocasión; mejor aún, dio al amor un arma para vencer el pecado”. Palabras de Henri Caffarel.



Palabras acertados de nuestro fundador. No seamos ilusos. Hay contrariedades, enfados, luchas, tristezas, .. hay dolor y cruz… pero tenemos el remedio a todo eso: el AMOR.

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