Gustoso acepto la invitación de los responsables del sector para que escriba unas líneas sobre los ENS. He cesado como consiliario del equipo por motivos de salud, pero sigo unido a los queridos amigos del LE-4.
Con ellos he compartido largas horas de reuniones, inquietudes, problemas, ilusiones y esperanzas, que han ido modelando la amistad y la unión cristiana entre todos nosotros.
El equipo ha ido configurándose como una pequeña comunidad cristiana en la que el sacerdote tiene una misión determinada, que encuentra eco en todos los miembros que la componen. En esa comunidad hemos tratado de cultivar la espiritualidad matrimonial y sacerdotal.
Dentro de mi quehacer pastoral, la atención al equipo ha sido una tarea gozosa. Siempre la he llevado con gusto. Desde el pilotaje, que abrió nuevos horizontes en la vida de cada uno y en el cual pusimos todos gran ilusión, ha ido transcurriendo una etapa considerable de nuestra existencia, durante la que hemos ido descubriendo, gradual y progresivamente, la llamada de Dios a vivir el matrimonio en la Iglesia y en el mundo, de una forma especial.
Han pasado 34 años y éramos entonces LE 8. Naturalmente, a lo largo de este tiempo, han cambiado la mayor parte de las personas. Unos por abandono, otros por traslado etc. Del equipo inicial, solo queda el consiliario y un matrimonio. Pero el equipo se ha ido completando, siempre y pronto hasta cinco matrimonios. Y ahora es el LE4.
Hemos ido cultivando la amistad cristiana que brota del Movimiento ENS. Desde mi lugar de consiliario, he contemplado y compartido ilusiones, esperanzas, esfuerzos, decisiones generosas, fracasos, problemas, proyectos y toda clase de situaciones, gozosas y dolorosas. Todas las situaciones han ido contribuyendo a aumentar el conocimiento mutuo y la unión en el matrimonio y han ido construyendo y consolidando al equipo para progresar en el espíritu de los ENS, en la oración, en el conocimiento de Jesucristo, el Amigo fiel.
A lo largo de tantas reuniones y durante tantos años, han tenido que ser muchos los cambios, los progresos, el cansancio y el ánimo, en múltiples casos. Pero todo ha contribuido a la madurez en los ENS.
Como consiliario siempre he tenido preocupación por la formación, lo más amplia posible en los matrimonios. En los primeros años, para conocer y ahondar en las raíces del amor, del matrimonio como realidad humana y como sacramento, de la familia. Después, para ir progresando en la espiritualidad del Movimiento.
Por eso he puesto especial cuidado en el aspecto de la oración personal, la oración conyugal y la oración del equipo en el equipo. Desde aquellas reuniones en las que la oración en el equipo era casi solamente pedir cosas, a estas en que los miembros del equipo dan respuesta a la Palabra, hay una gran diferencia.
Descubrir en la lectura de la Palabra la presencia viva del Señor, que te habla, te escucha, te sugiere, te perdona, te anima, te abre a la esperanza en tantos momentos difíciles, que va fortaleciendo la fe personal, el compromiso de pareja en el matrimonio, en el ambiente familiar…
Descubrir esta presencia personal del Señor es definitivo para el espíritu de los ENS, es importante para que la sentada, la oración conyugal o familiar sean auténtica actuación de fe.
Los ENS no han sido solo un medio para adquirir un conocimiento que completa nuestra formación cristiana. Han sido, o eso hemos intentado, un descubrimiento a través de la fe, de la presencia personal de Cristo, que nos ayuda a vivir de otra forma, el amor matrimonial, la familia, la relación con los otros, la Iglesia, el testimonio cristiano.
A todos los equipos ENS de León les envío un saludo muy cordial.
Patricio Luengo Santamarta"
Las fotografías correponden a la celebración de los 40 años del Sector León y el homenaje a los consiliarios que tuvimos el día 1 de mayo pasado en San Isidoro, donde nos estuvo acompañando.
Gracias D. Patricio por todo lo bueno que has dado a los Equipos. Un abrazo hacia el cielo.
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