En la India, ahora mismo. Fotografía de Arturo y Mª Jesús. |
LUCAS 21, 5-19
5 Como algunos hablaban del
templo, ponderando la calidad de la piedra y el adorno de los exvotos, dijo:
6 - Eso que contempláis llegará
un día en que no dejarán piedra sobre piedra que no derriben.
7 Entonces le hicieron esta
pregunta:
- Maestro, ¿cuándo va a ocurrir
eso? y ¿cuál será la señal cuando eso esté para suceder?
8 Él respondió:
- Cuidado con dejarse extraviar,
porque van a llegar muchos diciendo en nombre mío "Yo soy" y "El
momento está cerca"; no os vayáis tras ellos. 9 Cuando oigáis estruendo de
batallas y subversiones, no tengáis pánico, porque eso tiene que suceder
primero, pero el fin no será inmediato.
10 Entonces dijo a los
discípulos:
- Se alzará nación contra nación
y reino contra reino, 11 habrá grandes terremotos y, en diversos lugares,
hambre y epidemias; habrá fenómenos terribles y señales grandes en el cielo.
12 Pero antes de todo eso os
perseguirán y os echarán mano, para entregaros a las sinagogas y cárceles y
conduciros ante reyes y gobernadores por causa mía. 13 Tendréis en eso una
prueba.
14 Ahora, haced el propósito de
no preocuparos por vuestra defensa, 15 porque yo os daré palabras tan acertadas
que ninguno de vuestros adversarios podrá haceros frente o contradeciros.
16 Hasta vuestros padres y hermanos,
parientes y amigos, os entregarán y os harán morir a algunos. 17 Seréis odiados
de todos por razón de mi persona, 18 pero no perderéis ni un pelo de la cabeza.
19 Con vuestra constancia conseguiréis la vida.
No sabemos cómo será el fin
del mundo ni sabemos si lo habrá. No me preocupa ni me ocupa.
Del evangelio del hoy,
queremos destacar dos reflexiones.
La primera, sea como sea ese
fin del mundo, Jesús, nos dice “no os
preocupéis porque yo estaré con vosotros”. Y eso me basta. Confío en él. Sé
que estaré bien. Sé que sabré decir lo que tenga que decir. Porque Jesús me lo
ha dicho. Y para mi ese es suficiente.
La segunda, tiene que ver con el
título de este comentario: Con vuestra constancia conseguiréis la vida.
Porque lo mejor de la vida es el día a día, ahí está le felicidad, ahí está
la plenitud. La Vida no se consigue en un momento determinado y para siempre,
es un camino lleno de posibilidades y a veces con muchas dificultades. La grandeza
de vivir es saber aceptar las bondades, las dificultades, los sinsabores, las
dudas, las tristezas, las alegrías. Porque vivir es un acto continuo de
consciencia. Cuando llegamos a ser conscientes de esto, dejaremos de sufrir a
lo tonto y nos pondremos en manos de Dios para aquello que Dios haya pensado
para nosotros.
En fin, amigos de los equipos,
la felicidad de la vida está directamente en proporción a la confianza que
pongamos en Dios.
En el siguiente video nos invitan a esa confianza. Feliz domingo.
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