viernes, 9 de mayo de 2014

QUÉDATE



Quédate, Señor, que se hace ya tarde,
que el camino es largo y el cansancio grande.

Quédate a decirnos tus vivas palabras
que aquietan la mente y encienden el alma.

Mantén en ascuas nuestro corazón torpe,
disipa nuestras dudas y temores.

Míranos con tus ojos de luz y vida,
devuélvenos la ilusión perdida.

Lava las heridas de estos pies cansados;
despiértanos a la vida con gestos humanos.

Quédate y límpianos rostro y entrañas;
quema esta tristeza, danos esperanza.

Quédate, Señor, comparte nuestras viandas
y muéstranos, paciente, tus enseñanzas.

Pártenos el pan de tu compañía;
ábrenos los ojos de la fe dormida.

De tus palabras surge lo que buscamos,
lo hemos visto caminando a tu lado.

Quédate y renueva valores y sueños;
danos tu alegría y tu paz de nuevo.

Condúcenos siempre al mundo, a la vida,
para ver tu rostro en otros rostros cada día.

Quédate, Señor, que se hace ya tarde,
que el camino es largo y el cansancio grande.


Florentino Ulibarri.

Quédate Señor que no sé qué hacer sin ti.
Quédate Señor, no marches, ya se que estás vivo, que eres Vida.
Quédate Señor que contigo soy feliz.
Hoy, en la oración, no olvidemos que el Señor está a nuestro lado. Vamos a sentir su presencia, su calor, su cercanía, su cariño, su empuje, su alegría. ¡Y, verás qué bien!.

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