martes, 27 de mayo de 2014

DÉJATE QUERER



Cada quién tiene su carisma, su capacidad, sus talentos. Y es una propuesta y una llamada evangélica ponerlos a rendir. No deberíamos enterrarlos… pero es muy importante saber que parte de la vida, de nuestro carácter y de nuestro ser humanos pasa por hacer, de vez en cuando, una pausa. Dejarse acunar por otras voces, dejar que otras manos acaricien las propias heridas y fatigas. Darse permiso para estar en baja forma. Aceptar que a veces uno no puede, o no sabe, o no llega hasta donde querría. Aceptarse incapaz…

Y dejarse acunar. Es muy importante dejarse querer. Aceptar un abrazo. Disfrutar de un beso. Recoger una sonrisa. Mantener una mirada. Eres un ser valioso y capaz. Pero tienes límites. Déjate querer. 

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