jueves, 25 de mayo de 2017

LA PASCUA



  
Estamos ya al final de la Pascua y siempre resuena en nuestros oídos el mensaje final de Jesús: “Que no se pierda mi Mensaje”. Es su deseo. Que no se olvide la Buena Noticia de Dios. Conseguir esto es obra nuestra, de sus seguidores, mantener vivo el recuerdo del proyecto humanizador del Padre:  Eso es el “reino de Dios”. Si le amamos, esto es lo primero que debemos de cuidar: “el que me ama, guardará mi palabra...el que no me ama, no la guardará”.
Y nosotros nos preguntamos qué hemos hecho del Evangelio de Jesús, después de veinte siglos. Quizá lo estemos transformando a nuestro gusto y adornándolo con cosas que no son importantes. Lo estamos llenando de normas y olvidamos que lo más importante es el amor.
Nos preguntamos si realmente nos dejamos guiar por el Espíritu de Jesús, si hemos actualizado la Buena Noticia, desde la misericordia o preferimos la rigidez y frialdad de las normas.  
Que Dios nos ayude a mantener ese Reino del amor.
Un abrazo

Huellas

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