JESÚS NOS DEJA DISPUESTOS PARA AMAR

MATEO 28, 16-20

¹⁶ Los once discípulos fueron a Galilea al monte donde Jesús los había citado.

¹⁷ Al verlo se postraron ante él, los mismos que habían dudado.

¹⁸ Jesús se acercó y les habló así:

- Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra. ¹⁹ Id y haced discípulos de todas las naciones, bautizadlos para vincularlos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo ²⁰ y enseñadles a guardar todo lo que os mandé; mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin de esta edad.

Hoy celebramos la ascensión. Con ello queremos destacar que Jesús se ha encontrado definitivamente con el Padre y el Espíritu. ¿Significa esto que se había desprendido de ellos? No, porque cuando nos referimos a Dios no hay tiempo ni hay espacio, estas son categorías humanas que sirven para entendernos. Dios está dentro de cada uno y las celebraciones del tiempo litúrgico vienen a refrescarnos realidades más allá del entendimiento, pero que podemos intuir porque tenemos vocación de eternidad.

Con este evangelio Jesús nos encomienda la tarea de difundir lo que hemos aprendido de Él. Nos viene a decir que ahora nos toca a nosotros. Que la tarea es de cada uno. Que no vale mirar para otro lado. Jesús asciende al cielo, pero nos ha dejado preparados para la misión que nos encomienda, que es amar. Lo esencia de Dios es ser lo que es, amor. Nosotros participamos de esa esencia y por tanto estamos llamados a amar.   

En el siguiente video se nos invita a movernos, a dejar de estar plantados mirando, a implicarnos. Feliz domingo.