domingo, 1 de mayo de 2016

CONFIEMOS, AUNQUE NO VEAMOS RESULTADOS


JUAN 14, 23-29
23 Jesús le contestó:

- Uno que me ama cumplirá mi mensaje y mi Padre le demostrará su amor: vendremos a él y nos quedaremos a vivir con él. 24 El que no me ama no cumple mis palabras; y el mensaje que estáis oyendo no es tanto mío, como del Padre que me envió.

25 Os dejo dichas estas cosas mientras estoy con vosotros. 26 Ese valedor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre por mi medio, él os lo irá enseñando todo, recordándoos todo lo que yo os he expuesto.

27 «Paz» es mi despedida; paz os deseo, la mía, pero yo no me despido como se despide todo el mundo. No estéis intranquilos ni tengáis miedo; 28 habéis oído lo que os dije: que me marcho para volver con vosotros.

Si me amarais, os alegraríais de que vaya con el Padre, porque el Padre es más que yo. 29 Os lo dejo dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda lleguéis a creer.

Jesús no se ha ido. No ha marchado ni nos ha dejado solos. Jesús está dentro de nosotros: me marcho, para volver con vosotros, nos dice. Tenemos la opción de hacer como Él hizo, de vivir como Él vivió, porque está dentro de nosotros.

Esto es una opción de vida. Permanecer unidos a Jesús es intentar vivir como Él, es darse cuenta de que la tarea no es fácil; de que hay sinsabores; de que las cuestas son difíciles de subir; de que los demás nos interesan, pero nos comprometen. Le ocurrió a Jesús: su vida no fue fácil. Pero, sabemos, que esa opción nos lleva a una vida le alegría, de satisfacción, de felicidad.

¿Por qué nos resistimos a seguirle? Porque tenemos apego a lo material. Porque queremos seguridad. Porque no queremos asumir riesgos. Porque somos miedosos. Porque no confiamos en Él.

Seguir a Jesús es compartir las capacidades y los bienes. Todo lo que hay en la tierra está al servicio de todos. ¿Por qué apropiarnos de más de lo que necesitamos? Todas las personas somos UNO en el mismo Dios ¿Por qué no sentimos dolor cuando alguien sufre?

Necesitamos orar más profundamente, reconocer que las cosas no siempre salen como queremos, que el camino de la vida pasa por dificultades, pero sabemos que Dios está en nosotros y queremos confiar en Él. Aunque no veamos resultados.

Hoy pedimos de una manera especial por todas las madres, que son el mejor ejemplo de amor. Y pedimos para que haya trabajo para todos: es imprescindible para realizarse como persona.


El siguiente video nos muestra cómo la tarea muchas veces no la vemos, pero ahí está    
   

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