miércoles, 10 de octubre de 2012

EL AMOR






Cuando ven a Jesús en la cruz muchas personas que no son creyentes se preguntarán qué vemos en Él para que nos resulte tan atractivo. Porque una persona crucificada no es precisamente lo que más atrae.

¿Por qué entonces este crucificado nos atrae? Sólo puede ser una cosa: su amor increíble a todos. Cuando sabemos cómo vivió y cómo murió por nosotros, entonces entendemos cómo es ese amor. Porque el amor es invisible. Sólo lo podemos ver en los gestos, los signos y la entrega. Por eso, en Jesús, en su vida, podemos comprender ese amor.

Ya nos lo anticipó Jesús: : «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto».

Esto es lo que nos hace entender cómo debemos vivir. Estas palabras no son una norma moral, ni una ley que nos impone la Iglesia. Es lo que nos hace fecundos. Jesús lo repite continuamente: Si nos agarramos a la vida y a las cosas, la perdemos. Sólo nos llevamos lo que damos. En nuestra catedral se ve claramente en su portada occidental. Las almas que se van al cielo son niños desnudos. O sea almas inocentes como un niño y sin nada porque lo han dado todo por los demás.

En la vida diaria lo vemos a menudo. Los egoístas viven amargados y siempre queriendo más y envidiando lo que otros tienen. Los desprendidos transmiten vida, alegría y ellos mismos son felices. Este es el estilo de vida que Jesús nos propone y es el que nos hará más felices.

Huellas

1 comentario:

  1. El amor, la generosidad, la solidaridad...es lo único que podemos llvar siempre, infinitamente...Todo lo demás tine fecha de caducidad. El coche, la casda, la comida, la vida material. Cuando nos demos cuenta de ello, seremos enteramente felices. Por eso el amor está por encima de la cruz. O, de otra manera, la cruz es la expresión más grande del amor.
    IRIS

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