La actual crisis ecológica hunde sus raíces en una manera
de relacionarnos con la naturaleza y con los demás humanos. En esta relación se
priorizan determinados valores, y ello va estructurando una mentalidad que es
compartida por muchas personas en todo el planeta. Algunos valores que propone
la encíclica Laudato Si' podrían ayudar a un cambio de mentalidad, a una nueva
cultura. Son valores, por desgracia no siempre practicados, que encontramos en
la tradición cristiana y también en el humanismo, pero que pueden ser
compartidos por muchas otras tradiciones éticas y religiosas.
1. Ser capaz de vivir sabiamente y de pensar en profundidad [nº 47]
que se opondría al ruidoso mundo digital y al pensamiento superficial, y que no
se consigue con la simple acumulación de información.
2. Ampliar a las futuras generaciones el concepto de prójimo que encontramos
en la «regla de oro» de las grandes tradiciones religiosas.
3. Considerar universalizable lo
que hacemos y que tiene un impacto sobre la naturaleza.
4. Apostar por un crecimiento que no sea voraz
e irresponsable, y, por tanto, redefinir el concepto de
progreso.
5. Tomar conciencia del valor de la
interdependencia, de que la especie humana depende de las otras
especies, en tanto que la comunión entre los seres vivos es fundamental.
6. Vivir y entender nuestra vida como un don,
un regalo.
7. Aprender a apreciar las diferentes
dimensiones de la felicidad que no pueden reducirse al hecho de
tener o poseer.
8. Dejarse guiar por el principio de precaución,
recogido en la Declaración de Rio (1992).
9. Unir estrechamente las cuestiones social y ecológica.
10. Recuperar una cierta sacralidad de la
naturaleza, como parte de las cosmovisiones menos antropocéntricas.
11. Retornar a la simplicidad y a la capacidad
de disfrutar con poco, que nos permite detenernos a valorar lo
pequeño, agradecer las posibilidades que ofrece la vida sin aferrarnos a lo que
tenemos ni entristecernos por lo que no poseemos [nº 222].
12. Remarcar el valor de los pequeños gestos
cotidianos.
13. Valorar el descanso, la dimensión celebrativa de la vida, una
dimensión receptiva y gratuita que es algo diferente al mero no hacer.
Joan Carrera
Miembro del grupo de ética y sostenibilidad de CJ Papeles Cristianisme i Justicie
Es un resumen del artículo. Si quieres leerlo completo pincha aquí
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