1 No
estéis intranquilos; mantened vuestra adhesión a Dios manteniéndola a mí. 2 En
el hogar de mi Padre hay vivienda para muchos; si no, os lo habría dicho. Voy a
prepararos sitio. 3 Cuando vaya y os lo prepare,
vendré de nuevo y os acogeré conmigo; así, donde estoy yo estaréis también
vosotros. 4 Y para ir adonde yo voy, ya sabéis el
camino.
5 Tomás le
dijo:
- Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el
camino?
6 Respondió
Jesús:
- Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie se acerca
al Padre sino por mí. 7 Si llegáis a conocerme del
todo, conoceréis también a mi Padre; aunque ya ahora lo conocéis y lo estáis
viendo presente.
8 Felipe
le dijo:
- Señor, haz que veamos al Padre, y nos basta.
9 Jesús le
contestó:
- Tanto tiempo como llevo con vosotros y ¿no has llegado
a conocerme, Felipe? Quien me ve a mí está viendo al Padre; ¿cómo dices tú:
«Haz que veamos al Padre»? 10 ¿No crees que yo
estoy identificado con el Padre y el Padre conmigo?
Las exigencias que yo propongo no las propongo como cosa
mía: es el Padre, quien, viviendo en mí, realiza sus obras.
11 Creedme:
yo estoy identificado con el Padre y el Padre conmigo; y si no, creedlo por las
obras mismas.
12 Sí, os
lo aseguro: Quien me presta adhesión, hará obras como las mías y aun mayores;
porque yo me voy con el Padre.
De este evangelio nos quedamos con esta afirmación: Jesús
es camino, verdad y vida. Lo explica así Fray Marcos:
Yo soy Camino. Yo soy Verdad. Yo soy Vida. Sin artículo ni
determinado ni indeterminado, porque lo que se quiere decir está más allá de
ambos. Se trata del texto más profundo de todo el evangelio. Camino, Verdad,
Vida hacen referencia al Padre. No se pueden separar los conceptos. La Realidad
a la que se refieren, está más allá de tiempo y espacio. Se han dado infinidad
de interpretaciones desde los primero padres y siguen hoy los exegetas
intentando desentrañar el significado del texto.
Jesús es Camino, que empieza y termina en
Dios. En medio está Jesús, pero no significa espacio ninguno. Desde Dios
hasta Dios no puede haber ningún trecho. Jesús es, como todo ser humano, un
proyecto ya realizado, porque recorrió el camino que le llevó a la plenitud
humana. Ese camino es el amor total que abarca toda su vida. Los que le siguen
deben recorrer también ese camino, es decir, ir de Dios que es el origen, hasta
Dios que es la meta. En el AT el camino era la Ley. Jesús la sustituye por su
persona.
Yo soy verdad, es decir, soy lo que tengo que
ser. No se trata de la verdad lógica sino de la verdad ontológica que hace
referencia al ser. Jesús es auténtico, hace presente a Dios, que es su
verdadero ser. Es lo que tiene que ser. Lo contrario sería ser falso. “Yo soy”
es el nombre que se dio a sí mismo Dios en la zarza. Jn repite hasta la
saciedad el “yo soy”. El complemento puede ser cualquiera: puerta, pastor,
camino, vida, verdad, vid. Si descubro y vivo que Dios está identificado
conmigo, ya lo soy todo.
Yo soy Vida, es decir, lo esencial de mi ser
está en la energía que hace que sea lo que soy. Recordad: "El Padre que
vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo el que me coma,
vivirá por mí." Está hablando de la misma Vida que es Dios, que se le ha
comunicado a él y que se nos comunica a nosotros. De la misma manera que no
podemos encontrar la vida biológica independientemente de un ser que la posea,
así no podemos encontrarnos con un Dios ahí fuera separado de un ser que lo
manifieste.
En el siguiente video nos insisten en darnos cuenta que nuestra vida puede seguir el mismo camino que Jesús para acercaremos a la verdad y saber vivir. Feliz domingo.
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