Estamos llenos de
noticias, las imágenes nos impactan solo un instante, las guerras nos revuelven
el estómago mientras oímos hablar de ellas, la pobreza nos cabrea un instante,
el paro sabemos que es una lacra social y personal, los emigrantes nos desgarran el corazón…Todo ello un momento: cuando lo vemos delante de nuestras
narices, cuando nos hablan de ello, cuando pasan por delante de nosotros esas imágenes
desgarradoras. En ese momento sí.
¿Y después?
Invitamos a un momento de
reflexión y meditación sobre ello. Porque si el dolor de los otros nos llega a
ser indiferente es que hemos perdido lo mejor de nuestra humanidad.
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