Ni
que se hubiera hecho a propósito. El 13 de mayo (día que María escogió para
aparecerse a los pastorcitos en Fátima) la Virgen nos convocaba a los Equipos
de Nuestra Señora del sector de León en la Iglesia de las Madres
Concepcionistas para que saludáramos, oráramos y nos relacionáramos con su
Hijo. Y a eso fue a lo que nos invitaron Seli y Toño y Pepe y Ferme del equipo 12, acompañados por
D. Gaudencio Domínguez, Delegado Diocesano de Apostolado Seglar.
Se
comenzó con la exposición del Santísimo (que estuvo presente todo el acto) y
seguidamente se comenzó el rezo del Santo Rosario, pues solo en la oración
descubrimos la mirada de Dios sobre nosotros. Orar es dialogar y se dialoga con
palabras y con gestos. Ella, María, es maestra de oración porque continuamente
dialogaba: con el ángel que le anuncia el misterio de que va a ser Madre, con
su prima Isabel, en el portal de Belén, en Caná de Galilea, en el Calvario…
siempre oraba. Y fuimos desgranando los cinco misterios del Rosario…
pausadamente… sin prisas… con recogimiento… oyendo lo que nos decían cada uno
de ellos… muy entrañables. Una vez finalizados los cinco misterios del Santo
Rosario, Pepe se atrevió a hacer la letanía cantada, y a cada una de las
advocaciones contestábamos también cantando. A continuación, el sacerdote que
presidía nos dio la bendición con el Santísimo y recitó las alabanzas de
desagravio. Terminamos el acto recitando la oración de los Equipos, el
Magnificat.
Fue
un acto bonito, sencillo, entrañable, íntimo, familiar y salimos de la Capilla
de las Benedictinas alegres y satisfechos de lo hecho. Gracias a todos.
Responsables
sector León
No hay comentarios:
Publicar un comentario