El agua fresca de la montaña
por el valle discurría,
la hierba verde del campo
orgullosa le sonreía.
El herrerillo de arco iris
desde su rama veía
como bajaba el agua
y la hierba crecía.
La niña de ojos azules
en el prado más niña se volvía,
mientras las vacas pastaban
hasta que el sol se ponía.
Ella soñaba versos
para un Príncipe que no existía
y dibujaba en el cielo estrellas,
estrellas que su corazón no sentía.
El jilguero cantaba en su rama,
su pareja no siempre le respondía,
daba calor a unos huevos
que en primavera tal vez nacerían.
La niña con su merienda
en su cabeza se entristecía
al ver que las cosas no eran,
no eran como suponía.
El agua fresca del monte
la fuente del pueblo abastecía,
a la niña el canto sereno del cuco
a su casa devolvería.
Valentín Turrado
Nota del autor. La primavera me evoca agua fresca, montaña, hierba
verde, herrerillo, arco iris, jilguero, nido deseando tener huevos, luz, ojos
azules, tristeza, cuco, Príncipes que no existen o sí, corazón sin versos,
arrebato, alegría, fuente, dolor de cabeza, ira, arrojo, osadía, utopía. Todas
esas cosas juntas y esas otras amigo internauta que tu guardas en tu propio
corazón.
Seguimos publicando en la web de la Región reflexiones sobre la difusión de los Equipos. Para leer la última que hemos publicado pincha AQUÍ
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