En el CVII se nos dice que quien consagra en la
Eucaristía somos todos los bautizados y que el sacerdote es el que preside,
pero de hecho, ¿creemos que estamos consagrando? Normalmente pensamos que vamos
a la Misa del Padre Felipe, José,,, y no a nuestra misa.
Si fuéramos conscientes de ello quizá iríamos a
la Eucaristía de otra manera. Nos sentiríamos con más responsabilidad y eso
haría que nuestra participación fuera más viva, más presente, más auténtica.
Sabemos que es difícil digerir esto y que a
algunos les van a escandalizar, pero hemos de hacerlo. Quizá deberíamos leer
más a menudo el CVII, que en muchas cosas está aún sin desarrollar.
Un abrazo
Huellas
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