Iglesia de San Marcelo. León |
Del Evangelio de este domingo 18 del tiempo ordinario, que es de Juan 6, 24-35, reproducimos sólo dos frases:
Quienes han participado de la multiplicación de los panes y de los peces (el evangelio del domingo pasado), le preguntan a Jesús:
“¿Qué debemos hacer para actuar como Dios quiere?”
Y Jesús les responde:
“Lo que Dios espera de vosotros es que creáis en aquel que Él ha enviado”.
Para poder vivir hay que comer. Jesús, de ningún modo, obvia esta necesidad. Es más nos invita a dar de comer a todos. Porque sin comer sobra lo demás.
Pero llega un momento que comer no basta, bien porque ya tenemos asegurada la comida bien porque ya no es posible comer porque nos llega la muerte. Por eso comer no suficiente. Es necesario dar un paso más. Y es aquí donde surge la pregunta: ¿Qué debemos hacer?
La respuesta es bien sencilla: cree en Jesús.
Y si creemos en Él trataremos de hacer lo que Él hizo y nos dijo que hiciéramos: confiar, ayudar, socorrer, acompañar, amar.
Cuando tenemos comida para vivir es necesario dar un paso más: amar. Esto es creer en Jesús.
Dicho con palabras de José Antonio Pagola:
Jesús se presenta como ese Pan de vida eterna. Cada uno ha de decidir cómo quiere vivir y cómo quiere morir. Pero, creer en Cristo es alimentar en nosotros una fuerza indestructible, empezar a vivir algo que no terminará con nuestra muerte. Seguir a Jesús es entrar en el misterio de la muerte sostenidos por su fuerza resucitadora.
Dar de comer y dar un paso más es el camino natural, porque somos más que carne. Somos más que cuerpo. De ahí que sea necesario contemplar a Jesús, unirse a Él, sentir como Él sintió, actuar como Él actuó. Amar como Él amó. Eso es la vida plena. IRIS
ResponderEliminarGracias a Iris por sus jugosos comentarios. Es una forma de amar como amó Jesús. Mientras los demás leemos todo el trabajo diario de Herminio y Mª Nieves (Por cierto felicidades hoy por tu santo) los demás nos limitamos a leer lo que ponéis y sólo Iris nos envía su mensaje a diario. Gracias a todos los que nos seguís hablando cada día. Un abrazo desde Candás Isabel y Mateo
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