domingo, 27 de noviembre de 2016

DIOS YA ESTÁ EN NOSOTROS

Costa australiana

MATEO 24, 37-44

37 Ahora bien, lo que pasó en tiempos de Noé pasará en la llegada del Hijo del hombre; 38 es decir, lo mismo que en los días antes del diluvio la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca 39 y, estando ellos desprevenidos, llegó el diluvio y arrambló con todos, así sucederá también en la llegada del Hijo del hombre.

40 Entonces, dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; 41 dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.

42 Por tanto, manteneos despiertos, pues no sabéis qué día va a llegar vuestro Señor.

43 Ya comprendéis que si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se quedaría en vela y no lo dejaría abrir un boquete en su casa.

44 Pues estad también vosotros preparados, que cuando menos lo penséis llegará el Hijo del hombre.

Este evangelio, en una primera lectura, parece que tiene algo de amenazante. Es como si nos dijese, estad alerta porque, ¡cuidado!, en cualquier momento os vais a morir y Dios os va a juzgar.  Pero, si profundizamos en él, en verdad no hay ninguna amenaza porque lo que nos anuncia es la esperanza de ver a Dios cara a cara. ¿Y esto cuándo va a ocurrir? Cuando tomemos conciencia de que Dios ya está con nosotros. No se trata de que llegue alguien de fuera a despertarnos de nuestro letargo, se trata de que tomemos conciencia de que Dios ya está aquí, entre nosotros, dentro de nosotros. Para eso es este tiempo de adviento. Para darnos cuenta de que Dios ya está en nosotros.


Cuando seamos conscientes de ello, viviremos la vida en color. Como nos propone el siguiente video. Feliz adviento.  


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