jueves, 1 de octubre de 2015

SER AGRADECIDOS



Hace unos días estábamos recogiendo frutos del campo y era una delicia. Los árboles estaban a reventar. Las ramas se caían del peso que soportaban y dábamos gracias a Dios por tanta riqueza.
Entonces un amigo nos contó una anécdota de una persona de su pueblo. Dice que estando recogiendo frutos con él, de repente esa persona dice: ¡Hay que ver la cantidad de fruta que nos quita Dios otros años….!
Nos reímos un buen rato, pero luego hemos pensado que quizá todos en la vida vivamos esta frase de una u otra manera.
A veces al ver lo que Dios ha dado a otras personas en vez de alegrarnos con ellos, nos duele no tenerlo nosotros. Es como aquellos trabajadores que querían que el patrón pagara menos a los últimos que llegaron porque habían trabajado menos, en vez de alegrarse de que ellos tuvieran también un buen jornal.
Seamos agradecidos con lo que Dios nos da a nosotros y a los demás. Seamos positivos en todo momento. Dios nos quiere alegres, no malhumorados o envidiosos.
Un abrazo


Huellas

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