jueves, 12 de septiembre de 2013

LAS PEQUEÑAS CRUCES DE CADA DÍA



A veces estamos viviendo momentos tranquilos, de felicidad y entonces nos viene un problema, una pequeña o gran cruz. Y nos damos cuenta que no hacía tanto nos sentíamos bien y no lo valorábamos.
Y de repente ese pequeño o gran problema nos habla al corazón. Vemos que la gente que nos rodea se moviliza para intentar ayudarnos, y ese problema que veíamos como una cruz, se convierte en un símbolo de algo más importante.
Gracias a Dios el problema nos hace pensar en su sabio mensaje. Pensamos en la cruz como un símbolo, pero hay que “romper” los símbolos para meternos en la realidad de su significado, ver más allá.
Quizá Dios nos está hablando del significado de la cruz. Corremos el riesgo de quedarnos anclados en el símbolo y no avanzar por el camino que lleva a la verdadera experiencia de lo que significa el símbolo.
A través de la cruz podemos reconocer al hermano, ver sus actitudes amorosas, siempre dispuesto a ayudar. No hay que quedarse en la cruz, sino ir más allá de ella, porque los cristianos sabemos que tras la cruz vino la resurrección.
Nosotros no amamos las cruces. Ojalá pudiéramos bajar de ellas a todos los crucificados. Amamos aquello a lo que nos lleva. En definitiva,  al AMOR.
Un abrazo.

Huellas

1 comentario:

  1. La vida nos enseñas a aprender de las cruces; aceptarlas es vivir con sabiduría, Setarcos

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