Seguimos con los enigmas del
claustro de la Universidad de Salamanca. En una parte de este se nos habla de
la concordia. En su centro aparece un caduceo, con dos serpientes mirándose. El
atributo está relacionado con la fábula de Mercurio, que tiró su vara entre dos
serpientes enzarzadas en pelea, consiguiendo así su reconciliación.
Por los lados, cuatro
elefantes: abajo dos que se dan la espalda enfadados, siendo devorados por
hormigas y destinados a empequeñecer, mientras, arriba, otros dos se miran
amistosos y, de hormigas que eran, están alcanzando ya el tamaño de elefantes
por la fuerza que da la amistad. A cada lado figuran también dos copas, una con
agua, la otra con fuego, elementos incompatibles, que son aquí imagen de
discordia. La leyenda, sacada de Salustio, dice: «Con la paz y la concordia las
cosas pequeñas crecen, con la discordia se deshacen».
Ante esas ideas opuestas se
pueden adoptar dos posturas:
- colaborar (darse la cara) y
así de hormiga te convertirás en elefante
- no colaborar (darse la
espalda): de elefante te convertirás en hormiga.
Como cristianos procuremos
crecer buscando la concordia y la paz con los demás y eso requiere acercarnos a
los demás y mirar sus caras. Todo esto traerá nuestra felicidad y la de los
demás. Un abrazo
Huellas
Bonita explicación: me apunto a la concordia, por mi bien y el de los demás.
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