Seguimos leyendo en
los escritos de Santa Teresa y continuamos con un tema que siempre está de
actualidad, la pobreza material y de espíritu. Dice Santa Teresa en Camino de
Perfección, capítulo 2, número 5:
Y crean, mis hijas, que para
vuestro bien me ha dado el Señor a entender un poquito los bienes que hay en la
santa pobreza. Y las que lo prueben, lo entenderán. Quizás no tanto como yo, ya
que no solo no había sido pobre de espíritu, aunque lo tenía profesado, sino
loca de espíritu. Este es un bien que encierra en sí todos los bienes del
mundo. Es un señorío grande. Digo que es enseñorearse de todos los bienes de él
por aquel a quien no se le da nada de ellos. ¿Qué se me da a mí de los reyes y
señores si no quiero sus rentas ni de tenerlos contentos si un tantito así se
atraviesa haber de descontentar en algo por ellos a Dios? ¿Ni qué se me da de
esas honras si tengo entendido en lo que está ser muy honrado un pobre, que es
en ser verdaderamente pobre? Camino de
Perfección, capítulo 2, número 5.
Jose Luis y Sofía
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