Se habla mucho últimamente de
la crisis religiosa, pero nosotros creemos que esto que llamamos crisis es un
inicio de crecimiento. Ya lo dice esta frase que hemos puesto. Lo bueno de los
tiempos difíciles es que ahuyenta las falsas amistades, en este caso sería la
amistad con un Jesús que no es el auténtico. Quizá nos estábamos relacionando
con un Jesús poco humano. Y ese no es Jesús. Jesús fue Dios, pero sobre todo
fue un Dios hecho hombre.
Dice San Juan que “la Palabra
de Dios se ha hecho carne” o sea se hizo uno de nosotros para poder entendernos
y que nosotros entendamos a ese maravilloso Dios.
¿Y dónde podemos encontrarnos
con Él? Pues eso es lo mejor, porque lo podemos ver a nuestro lado, en la
situaciones que se nos plantean cada día. Porque su vida fue una vida normal y
sus reacciones ante lo que sucedía nos ayudan a nosotros a saber tomar
decisiones cada día. Por ejemplo estaba cercano a los que lo necesitaban, los
marginados, los enfermos de cuerpo y espíritu, los pobres, lo que sufren, los
que tienen sed de justicia… Y como Él actuaba debemos hacerlo nosotros.
Si esta crisis nos lleva a
aprender a ver a Jesús de otra manera, entonces habrá sido una crisis
maravillosa.
Un abrazo
Huellas
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