Comenzamos un nuevo año y
deberíamos proponernos algo para todo el año que comienza. Algo así como
intentar ser más humildes.
Muchas veces vemos a los
cristianos pavonearse porque se consideran en posesión de la verdad absoluta y hablan
ex cátedra sobre lo que dicen, que para ellos, es la auténtica verdad.
Otras veces vemos a personas
muy auténticas que dudan de muchas cosas y piden a Dios fuerzas para salir
adelante en sus dudas de fe: “Señor, si existes, dame fuerzas para verte en los
hermanos” y los vemos cómo son, humildes y agachan su cabeza para orar
Esto nos hace pensar en la
naturaleza. Los árboles que tienen mucho fruto y están muy maduros, inclinan
sus ramas hacia el suelo, buscando un apoyo en su madurez, mientras tanto los
árboles que no dan nada se pavonean con sus ramas en alto y sin ningún fruto.
Ojala seamos como los primeros, cargados de frutos de amor y humildes.
Un abrazo
Huellas
Bella comparación para hacernos ver que como personas y como cristianos y como equipistas el camino del amor es el camino de la humildad. Dios se hizo humilde para hacerse hombre. No miremos por encima del hombro, vayamos al paso del que puede menos. Y poco a poco nos iremos desgastando hasta doblarnos como el árbol con fruta. Síntoma de que nos hemos dado. Setarcos
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