Nuestros
antepasados tuvieron una espiritualidad especial para su momento e iban dando
respuestas a las preguntas que llamaban a su corazón. Ellos caminaron desde esas respuestas, pero
hoy no nos valen las suyas, porque nosotros tenemos otras preguntas. La ciencia
va evolucionando y nos hace preguntarnos muchas cosas. A veces ciertas personas
nos quieren responder con palabras de otros tiempos y no nos valen.
No es el
momento de callarnos, sus respuestas, por supuesto, son nuestros cimientos,
pero hemos de construir encima en el nuevo mundo en que vivimos. Y para
responder no nos vale el miedo, porque el miedo nos hace perder la esperanza en
un mundo mejor.
Los
miedosos son personas que han perdido la esperanza en sí mismos y en los demás.
Quitémonos el traje viejo, pequeño y gastado, y demos respuestas valientes que
la gente entienda y que hagan ver que confiamos en ellos, porque precisamente en
ellos está nuestro querido Dios. Aprovecha las oportunidades de acercarte al
Dios que está en los demás y hablar de amor.
Os
queremos
Huellas
Por ahí hay que ir...fuera el miedo...venga el amor y el perdón
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