… y a solas
su vida pasa, ni envidiado ni envidioso. Estas palabras de Fray Luis de León,
cuando sale de la cárcel, donde le ha llevado, como él mismo dice, la envidia y
la mentira, nos hablan de una soledad gratificante y gozosa.
No es de ella de la que queríamos
hablar y compartir, más bien de la que encontraba la Madre Teresa de Calcuta en
Nueva York, que la notaba más que en la India. Esta soledad puede tener
distintos orígenes, causas diversas, bien personales, bien externos impuestos
por el ambiente. En cualquier caso es una soledad injusta, alienante,
devastadora. Termina con la persona, llevándola a un callejón sin salida, al
nihilismo. Existencialmente destructora. Da vértigo pensar en ella. Puede uno
incluso a estar tan solo que no se siente acompañado ni consigo mismo. Que el Señor nos libre y libre a nuestros
hermanos de algo así. Si nos sirve de algo, seguro que sí, pensemos que allí en
el fondo donde, en esas circunstancias no se encuentra ni uno mismo, allí está
el Señor, que espera para consolarnos y
querernos. Tenemos su palabra.
Jolca
Nota de la redacción.- Hoy damos la bienvenida a otro matrimonio ENS que quiere compartir con nosotros sus pensamientos. Su aportación será variada, irá contándonos situaciones que le llaman la atención. En este caso ha sido la soledad dentro del bullicio. Los que habéis visitado Times square -el lugar del mundo donde más lucen los anuncios- conocéis que aquello es un hervidero de gente, pero muchas veces gente que se siente solo. Ha elegido el seudónimo de "Jolca" e iremos guardando sus reflexiones en la etiqueta "Encuentro en el camino". Bienvenido. Larga vida en este blog.
Bienvenidos al Blog. Os leeremos con cariño porque así no notaremos la soledad. Isabel y Mateo
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