Muchas veces nos preguntamos cuando
será el final de nuestra vida. Jesús instruye a sus discípulos sobre el final
que le espera. Cuando les contó cual sería su final nos dice Marcos que "no
le entendieron y les daba miedo preguntarle". En estas palabras se ve
la pobreza de los cristianos de todos los tiempos. No entendemos a Jesús y nos
da miedo preguntar y entender su mensaje.
A nosotros Jesús nos ha dicho que el camino que nos
espera no va a ser largo y que no existe el final tal y como nosotros lo
entendemos, porque realmente el final de nuestra vida va a ser el principio de
una Vida mejor.
Pero nosotros parece que tampoco lo entendemos. Tenemos
miedo a la muerte porque la vemos como el final de la vida. Pero para la vida
auténtica la muerte es el principio.
En realidad todo el mensaje de Jesús es un poco
contradictorio con nuestra manera de pensar. El primero será el último, el que quiera
sobresalir y ser más que los demás, se ha de poner el último, detrás de todos; "Quien
quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos".
No lo hemos de olvidar.
En la Iglesia sucede lo mismo. El último, el servidor,
será el primero. El papa Francisco parece que nos lo quiere recordar cada día.
En definitiva que el principio y el fin de todo está en el amor. Hay que
comenzar amando a todos y finalizar nuestra vida siendo capaz de despojarnos de
todo por amor.
La enseñanza de Jesús es clara: el camino para acoger a
Dios es acoger a Jesús que está presente en los indefensos y los pobres. ¿Por
qué lo olvidamos?
Un abrazo
Huellas
Necesitamos fe. Rezar unos por otros nos ayudará. Setarcos
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