martes, 19 de agosto de 2014

¿ESTARÁ DIOS BROMEANDO?






Lo que Él me dijo sonriendo

no lo podía creer.

¿Estará Dios bromeando?

Es lo que queda por ver.

Porque, adivina adivinanza,

lo que le oí que decía

era más que una alabanza:

-Gracias, mi pequeña, gracias.

-¿Gracias? Pero ¿por qué, mi Señor?

-asombrada pregunté-.



-Gracias por lo que para mí eres

llueva mucho o haya sol,

gracias por aceptar mi amor,

gracias por de mí fiarte,

por dejar que yo te cuide

y que venga yo a ayudarte.



Gracias por dejarme tu carga,

tus fallos y todo eso.

Por dar lo pasado por ido,

y olvidar todo su peso,

creyendo que yo perdono

y nunca más lo recuerdo.



Gracias por darme gracias,

gracias por dormir tranquila,

y vivir con ilusión

lo ordinario de tus días.



Gracias por volver tu cara

y compartir tu sonrisa,

por entregar en mis manos

el futuro de tu vida.




Hna. Juana Metzner, M.M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario