¡Sálvanos
Señor, porque ya no hay gente buena,
Ha desaparecido la lealtad entre los hombres!
No hacen más que mentirse unos a otros,
Hablan con labios engañosos y doblez de corazón.
(Salmo 11, 2-3)
Ha desaparecido la lealtad entre los hombres!
No hacen más que mentirse unos a otros,
Hablan con labios engañosos y doblez de corazón.
(Salmo 11, 2-3)
Ayer leímos un artículo donde
comenzaban a hablar de este salmo y lo que hoy ocurre en el mundo. En las
palabras de este artículo se manifestaba un cierto desencanto y una falta de
esperanza en el mundo de hoy.
Pero nosotros no queremos caer en
ese pesimismo. Pensamos que conocemos a muchas personas que intentan hacer las
cosas bien, aunque a veces fallen. No queremos que nos pueda la sensación de
que no hay nada que hacer. Lo que sucede es que el bien es silencioso y no se
ve tan claramente como el mal.
Por eso nosotros no perdemos la
esperanza. Hay mucha gente buena en el mundo y todos nosotros hemos de intentar
hacer el bien. Damos gracias a Dios por tanta gente que hace las cosas
silenciosamente sin esperar nada a cambio. Bueno, si esperan algo, la felicidad
de los otros.
Un abrazo
Huellas
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