El Papa Francisco salió en la noche del jueves día
28-7-2016, al balcón del Arzobispado de Cracovia, donde asiste a la Jornada Mundial
de la Juventud, no sólo predicó en lengua española, improvisando, sino que hizo
que miles de jóvenes de todo el mundo, sobre todo matrimonios y novios,
repitiesen en español 3 palabras clave: "permiso, gracias y perdón".
Esto dijo el papa:
Me dicen que hay muchos de ustedes que entienden el
castellano, así que voy a hablar en castellano. También me dicen que hoy hay un
buen grupo acá en esta plaza de recién casados y jóvenes esposos.
Yo cuando encuentro a uno que se casa, a un joven que se
casa, a una chica que se casa, les digo estos son los que tienen coraje porque
no es fácil formar una familia, no es fácil comprometer la vida para siempre,
hay que tener coraje y los felicito porque ustedes tienen coraje.
A veces me preguntan cómo hacer para que la familia vaya
siempre adelante y supere las dificultades. Yo les sugiero que practique
siempre tres palabras, tres palabras que expresan tres actitudes: tres palabras
que los pueden ayudar a vivir la vida del matrimonio porque en la vida del
matrimonio hay dificultades.
El matrimonio es algo tan lindo, tan hermoso, que tenemos
que cuidarlo porque es para siempre y las tres palabras son: permiso, gracias y
perdón.
1.-
Permiso: Siempre preguntar al cónyuge, la mujer al marido y el
marido a la mujer: ¿Qué te parece, te parece que hagamos esto? Nunca
atropellar, permiso.
2-
Segunda palabra: ser
agradecidos: Cuántas veces el marido le tiene que decir a la mujer,
gracias; y cuántas veces la esposa le tienen que decir al marido, gracias.
Agradecerse mutuamente porque el sacramento del matrimonio se lo confieren los
esposos, el uno al otro. Y esta relación sacramental se mantiene con este
sentimiento de gratitud, gracias.
3.- La
tercera palabra es perdón: Es una palabra muy difícil de
pronunciar. En el matrimonio siempre, o el marido o la mujer siempre tienen
alguna equivocación. Saber reconocerla y pedir disculpas, pedir perdón, hace
mucho bien.
Hay jóvenes familias, recién casados, muchos están casados,
otros están por casarse. Recuerden estas tres palabras que ayudarán tanto a la
vida matrimonial: permiso, gracias, perdón. Repitámoslas juntos: permiso,
gracias, perdón. Más fuerte, todos: permiso, gracias, perdón.
Bueno, todo esto es muy lindo, es muy lindo decirlo en la
vida matrimonial, pero siempre hay en la vida matrimonial problemas o
discusiones. Es habitual y sucede que el esposo y la esposa discuten, alcen la
voz, se peleen.
Y que a veces vuelen los platos (risas), pero no se asusten
cuando sucede esto, les doy un consejo, nunca terminen el día sin hacer la paz.
¿Y saben por qué? Porque la guerra fría al día siguiente es
muy peligrosa. ‘¿Y como tengo que hacer Padre, para hacer la paz?’ Puede
preguntar alguno de ustedes. No hace falta un discurso, basta un gesto (El Papa
se toca la cara dos veces y lo repite), y se acabó, ya está hecha la paz.
Cuando hay amor un gesto arregla todo.
Los invito antes de recibir la bendición, a rezar por todas
las familias aquí presentes, por los recién casados, por los casados de hace
tiempo y que conocen todo esto que ya les dije, y por los que se van a casar.
Recemos juntos un Ave Maria, cada uno en su lengua.
Que los bendiga Dios omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Y recen por mí, de verdad recen por mí.
Tomado de religionenlibertad
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