En la
página 75 del tema de estudio de este año ponen un texto de la Exhortación
Apostólica Evangelii Gaudium que nos hace recapacitar:
“La iglesia en salida es la comunidad de
discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que
fructifican y festejan. ...la comunidad evangelizadora experimenta que el Señor
tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor (cf 1 Jn 4,10); y, por eso,
ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro,
buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los
excluidos. Vive un deseo inagotable de brindar misericordia.... Como
consecuencia, la iglesia sabe “involucrarse”. (EG 24)
Nos
preguntamos si nosotros, como Iglesia que somos, hacemos esto. ¿De verdad
salimos a los caminos a buscar a los excluidos, a los lejanos? Nos parece que
tenemos mucho que hacer en este sentido. El papa sí va por ese camino, aunque
lentamente, porque no es fácil. Ha escrito recientemente:
“Es posible que, en medio de una situación
objetiva de pecado, se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también
se pueda creer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la
ayuda de la Iglesia”.
A veces
hemos vivido situaciones en que no se ha puesto por delante el amor y la
misericordia sino la norma que aplasta. Tenemos que dar muchos pasos en este
sentido.
Un abrazo
Huellas
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