viernes, 6 de junio de 2014

RIGIDECES


"La persona que cambia, puede equivocarse,
pero la que no cambia nunca, vive siempre equivocada".

Las rigideces molestan, hacen daños, rompen vidas.
La flexibilidad ayuda, aúna, enriquece.
Muchos cristianos están  acostumbrados a una religión de libro. Han sido educados en el cumplimiento. Las normas son las que dirigen su vida. Si les faltan esas normas es como si estuvieran desorientados.
El papa Francisco ha venido a decirnos que es el corazón lo que de verdad importa. ¿Quién eres tu para juzgar? Las normas pueden orientar, encauzar, pero hay que dejar libertad al corazón, a los sentimientos, a la parte emocional del ser humano.  

Cuando los cristianos sean capaces de acoger sin esperar nada, de acompañar  sin pretender convencer, de expresar cariño porque es bueno y ya está, de sonreír no solo al que piensa como él sino también al que piensa de otra manera…será entonces cuando convencerán. 

1 comentario: