Estamos ya
en el verano y nuevos caminos se abrirán en nuestras vidas. Normalmente vivimos
el día a día y no nos planteamos que cada día se abre un camino nuevo por el
que podemos transitar o bien continuar la vida por el antiguo de forma
rutinaria.
Pero Dios
cada día nos pone delante nuevas oportunidades. El verano es tiempo de salir a
la calle, a la playa, al río, al campo… y de encontrar a gente nueva con la que
podemos contactar. Aprovechemos estos momentos para manifestar nuestra cercanía
a la gente. Que se nos note que somos cristianos en la acogida, en la forma de
ser, en la forma de desprendernos día a día de las cosas terrenas que no son
tan importantes, pero que sirven para acercarnos a los demás.
Es momento
de compartir el tiempo, las cosas, el amor a los demás, a la naturaleza.
Queridos
amigos, os deseamos un feliz verano y que Dios nos ayude a todos a recargar las
pilas y así encontrarle en los distintos caminos que nos vaya poniendo en el
día a día.
Un abrazo
Huellas
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