miércoles, 28 de mayo de 2014

JESÚS ESTÁ CONTIGO



Cuando estés cansado, cuando no quieras seguir, cuando no sepas cómo hacerlo no hagas nada. Deja que Él te acune. Deja que Él te diga. Déjale a Él. 

¿De qué manera Dios nos ofrece descanso? Quizás recordándonos que nos acoge y nos quiere tal y como somos. Recordándonos que somos hijos, queridos, con nuestras luces y nuestras sombras. Que no siempre podemos estar a la altura de nuestros sueños, ni de su evangelio. Sin conformarnos con la mediocridad, pero sin exigirnos una perfección imposible e inhumana. Saber bajar a veces los brazos, callar, dejarse ayudar y dejarse arropar por otros brazos, por otras palabras, por otros ecos. Y entre esos brazos, palabras y ecos, está sobre todo la voz y la caricia inmortal y eterna, una voz que me sigue diciendo, siempre: no temas, que yo estoy contigo.

Y así está bien.

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