No olvidemos que estamos en
Semana Santa. Que recordamos la pasión de Jesús. Él fue hombre y sufrió como hombre. Pero fue
fiel a Dios Padre y permitió la muerte a manos de quienes le molestaban. Esa es
la triste realidad evangélica. Y al mismo tiempo la grandeza. ¿Por qué lo
permitió si era Dios? Porque quiso actuar como hombre y no quiso imponerse como
Dios. Hoy recorre nuestra ciudad la procesión de la Pasión. ¡Un buen recuerdo
para tomar conciencia de la semana que estamos viviendo!
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