La vida cristiana tiene todo un
recorrido que conforma nuestra historia.
Primero hay una gestación y somos
neófitos. Es una época de ir formándonos, poco a poco, porque hay que digerir
muchas cosas y no es fácil, ya que el cristianismo, de alguna manera, va por
caminos opuestos a lo que nos presenta la sociedad actual.
Por ejemplo el primero debe ser el
último, la cabeza de la Iglesia lo es en el servicio no en el poder. Todo esto
es difícil de asimilar y necesitamos nuestro tiempo.
Después tenemos la subida al Monte
Carmelo, y seguir un camino de zonas altas y bajas. No es fácil tampoco pasar
por momentos de mucha mística y otros de noche oscura en nuestra fe y a veces
terminamos en el Calvario. La alegría y la tristeza como se ve en estas máscaras van unidas en la
vida.
Pero hay que confiar en el Señor. Porque
SÓLO DIOS BASTA.
Un abrazo
Huellas
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