jueves, 7 de julio de 2016

SALIR DEL POZO




Muchas veces pedimos a Dios que nos ayude a curarnos de diversas enfermedades físicas o mentales. Jesús siempre fue visto por sus contemporáneos como una persona dedicada, entre otras cosas, a sanar a los que le rodeaban.  Él no usaba conjuros y fórmulas raras, lo que hace es acercarse a los enfermos y relacionarse con ellos.

Acoge entrañablemente a cada persona que necesita de Él. Por eso si queremos regenerar nuestra salud hemos de acercarnos a Él. No se trata de buscar milagros, sino que su curación debe venir de nuestro interior, de nuestra fe y esperanza en que vamos a mejorar por nuestro contacto con su amor.

Para conseguir que esto suceda hemos de salir del pozo en el que estamos metidos, de la resignación, pasividad, desesperanza, culpa, falta de confianza, miedo…. para sentir que su amor entra en nosotros y nos cura.

Jesús nos ayudará a liberarnos de todo esto que nos bloquea y así podremos desembarazarnos de tantas cosas que nos paralizan para que podamos seguir avanzando. Salgamos del pozo y vayamos hacia la ternura de Dios.

Un abrazo

Huellas

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