1 Una vez estaba él orando en cierto lugar; al terminar, uno
de sus discípulos le pidió:
- Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus
discípulos.
2 Él les dijo:
- Cuando oréis, decid: "Padre, proclámese ese nombre
tuyo, llegue tu reinado; 3 nuestro pan del mañana dánoslo cada día 4 y
perdónanos nuestros pecados, que también nosotros perdonamos a todo deudor
nuestro, y no nos dejes ceder a la tentación".
5 Y añadió:
- Suponed que uno de vosotros tiene un amigo, y que llega a
mitad de la noche diciendo: "Amigo, préstame tres panes, 6 que un amigo
mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle". 7 Y que, desde
dentro, el otro le responde: "Déjame en paz; la puerta está ya cerrada,
los niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme a dártelos". 8 Os
digo que, si no se levanta a dárselos por ser amigo suyo; al menos por su
impertinencia se levantará a darle lo que necesita.
9 Por mi parte, os digo yo: Pedid y se os dará, buscad y
encontraréis, llamad y os abrirán; 10 porque todo el que pide recibe, el que
busca encuentra, y al que llama le abren.
11 ¿Quién de vosotros que sea padre, si su hijo le pide
pescado, en vez de pescado le va a ofrecer una culebra? 12 O, si le pide un
huevo, ¿le va a ofrecer un alacrán? 13 Pues si vosotros, aun si sois malos,
sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará
Espíritu Santo a los que se lo piden!
Hoy, en el evangelio, Dios se nos ofrece como padre y
madre. Ese es el amor más grande que conocemos. ¡Quien no se desvive por un
hijo! ¡Quién no hace todo lo posible por darle a su hijo lo que le pide!
Dios, padre y madre, es una imagen que nos resulta comprensible.
Por eso la oración tiene sentido. Es verdad que Dios sabe de nuestras
necesidades y sabe lo que nos conviene. Pero, también es verdad que no
interfiere el camino de nuestra vida. De ahí que esté pendiente de lo que le
pedimos para sugerirnos cómo obtenerlo. Esa es la fuerza y la satisfacción de
la oración.
Jesús nos enseñó la oración completa: el padre nuestro.
Hoy, amigos del blog, os invitamos a rezar un padre nuestro desde la
consciencia de lo que pedimos. Y en esas peticiones, rezad para que el
encuentro del ERI que está teniendo lugar estos días en Inglaterra sea fructífero.
Rezad también para dar gracias a Dios por el encuentro Internacional de ENSJ,
Jóvenes, que hoy domingo finaliza en Pilas, Sevilla. Unos 300 jóvenes han estado
toda la semana conviviendo y alabando a Dios por la maravilla del hombre y de
la mujer.
En fin, ¡tenemos tantos motivos para dar
gracias! Que no falte tampoco una petición por los que sufren directamente el
dolor de quienes quieren hacer daño, hace unas semanas en París, ayer en
Munich, ¡un sin sentido!
En el siguiente video se nos invita a darnos cuenta de cada
momento que vivimos, porque todo empieza por un segundo. Feliz domingo.
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