Nos resistimos una y otra. Tú, yo, casi todos.
Nos resistimos a acoger la frustración, la tristeza, el
desengaño.
Nos resistimos a aceptar la ira, la incertidumbre, la
indolencia.
Nos resistimos a ver nuestras mezquindades y nuestras
sombras.
Nos resistimos a morir a tantas cosas innecesarias.
A recogernos como orugas.
Solo así podremos amanecer como mariposas
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