Estos días
el papa Francisco nos invita a que tengamos la humildad de reconocernos
pecadores. Decimos que si, que lo somos, pero normalmente de la boca para
afuera.
Pensamos
que esto es así porque ¿cuántas veces aceptamos las críticas a nuestros
comportamientos? Es verdad que cuando alguien dice algo de nosotros no siempre
tiene razón, pero también es cierto que puede haber una verdad que no queremos
aceptar.
Para
empezar nosotros reconocemos que necesitamos más humildad para entender que no
somos perfectos y que gracias a la misericordia de los que nos rodean podemos
seguir viviendo a pesar de nuestras imperfecciones.
Que Dios
nos ayude a corregir en nuestro carácter todo aquello que pueda dañarnos a
nosotros mismos o dañe a los demás.
Un abrazo
Huellas
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