Los ENS celebramos el sábado pasado la Pascua. Era el
segundo domingo de resurrección, el llamado de la misericordia y el lema del
curso lucía en el altar “Vivir la misericordia con alegría”, junto al roller
del sector León, que anunciaba, como lo hicieron las distintas moniciones que
los Equipos veníamos a celebrar con los feligreses de la parroquia de San Juan
y San Pedro de Renueva, la resurrección de Jesús. El equipo sector y el equipo
2 fueron poniendo vistosidad a la eucaristía que presidió Juan, acompañado al
órgano por Genaro, el párroco.
Juan en la homilía comentó el evangelio a la luz de tres
palabras: paz, misericordia, testigo:
A.- Encontrarse con Jesús es encontrar la paz. Así se dirigió Jesús a los
discípulos, encerrados y llenos de miedo, en la tercera de sus apariciones. Y
les otorgó el Espíritu para anunciar el Reino de Dios. Esa paz no es para
quedárnosla, es para anunciarla y vivirla. Porque esa paz de Jesús resucitado
es para cada persona y para el mundo entero. ¿Estamos disponibles para llevar
la paz?
B.- Vivir la misericordia
es vivir como vivió Jesús. Para Él nadie es extraño, nadie es ajeno, nadie
está excluido. En este tiempo nuestro se está demandando una atención más
humana a quienes se ven en la necesidad de deambular sin destino de un lugar a
otro. Porque es de cristianos abrir los brazos y acogerlos. ¿Estamos dispuestos
a vivir así?
C.- Esa paz y misericordia es para cada uno de nosotros,
porque, con nuestra vida podemos ser testigos
de la resurrección: anunciad que hay pascua, que Cristo nos ama sin condiciones.
Por eso, los Equipos son de todos, están abiertos a todos y así se anunció en
la eucaristía. ¿Estamos en condiciones de anunciar los Equipos con nuestra vida?
Y si todo lo creado por Dios es bello, más lo es aún en este tiempo de pascua de florida. Así se nos dice en el siguiente poema
En tu belleza
Has decorado cada rincón
de nuestra tierra hogar
con una palabra de belleza
que se renueva cada día.
En tus fantasías infinitas
ensayas los ritmos y colores,
los perfumes y siluetas
con los que te acercas a nosotros,
en el humilde sacramento
de las bellezas pasajeras.
Tú eres amor.
El amor crea lo bello.
Cuando nace en un corazón,
brilla en los ojos,
enciende las mejillas,
cada paso insinúa una danza,
se adorna con telas y cantos,
música y perfumes.
Tu amor es infinito
como la belleza indecible
que desborda el pincel,
la palabra y la caricia.
Benjamín González Buelta
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