Acabamos
de recibir en herencia esta bella imagen de la Sagrada Familia y su
contemplación nos ha llevado a una pequeña meditación.
El niño
tiene ambas manos cogidas por sus padres. Son los dos los que le deben guiar,
no uno sólo. A María se la ve sonriente, feliz con ese amor maternal que tanto
necesitamos todos. José está pensativo ¿qué será de este hijo? ¿tendrá una vida
feliz o sufrirá? quizá ya lo veía venir.
Y mientras
tanto el Niño se siente tranquilo, porque se ve protegido por sus padres. Apoya
la espalda sobre su madre y se vuelve hacia su padre para pedir orientación.
Los tres
están descalzos, como queriendo decir que la familia es un espacio sagrado.
Todos
deberíamos vivir así, apoyándonos en nuestra madre, María, y pidiendo
orientación a nuestro Dios Padre. Desde esa situación tenemos que sentirnos
tranquilos. Cuidemos la familia como el lugar sagrado que es. Es nuestra
pequeña Iglesia.
Un abrazo
Huellas
El Papa Francisco tiene en su escudo papal una estrella que simboliza a María y una flor de nardo que recuerda a S. José ,los dos amorosos cuidadores del Niño Dios.
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