Los medios de comunicación cada día sacan a la luz episodios de corrupción. En todos los ámbitos. Es preciso un papel activo contra esta lacra social. No podemos estar en silencio. Hay que denunciarla. Hay que levantar la voz y gritar que no es admisible la corrupción ni en la vida pública ni en la privada. Ya no basta el silencio.
Aquí pedimos a la jerarquía de la Iglesia que condene abiertamente todos los modos de corrupción. La Iglesia tiene que ser ejemplo de transparencia y buen hacer. No basta con una condena implícita, es necesario que se ponga al frente contra esta plaga.
Se ha publicado mucho sobre esta lacra. Remitimos a nuestro seguidores a un artículo que se titula Reflexión ética contra la corrupción, pues nos puede servir a todos para despertar nuestra conciencia, lo firma José María Álvarez. Lo puedes leer pinchan aquí.
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