Esta foto que ponemos es una bala que hemos
encontrado en casa de un amigo y que ha sido trabajada para ser el lugar donde
se ha metido el Cristo de Limpias. Es preciosa y nos hace reflexionar sobre lo
que se puede hacer con la maldad.
Una bala está hecha para herir o matar, pero
alguien ha decidido que se saque toda la pólvora de ella y se convierta en un
instrumento para rezar, para a través de esta imagen pedir a Dios por los demás
y por nosotros mismos.
Por eso en la vida cuando nos parezca que hay
personas que transparentan maldad, siempre podemos trabajar con ellos y, con
mucho amor, conseguir que su maldad se convierta en bondad. Es cuestión de
paciencia y amor.
Un abrazo
Huellas
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