Déjate envolver por la belleza de las flores |
Cuando vemos a alguien
desganado, apático, retraído, decimos que es una persona que no tiene espíritu. Esto es más fácil verlo
en los demás que en uno mismo. Si penetramos en ese estado puede ocurrir que
encontremos motivos para justificarlo: la edad, la enfermedad, lo mal que me ha
tratado la vida, los derroteros que sigue el mundo. Muchas razones podríamos seguir
desgranando. Pero, ¿a qué me conduce seo? ¿A auto justificarme que es normal
que esté abatido? No. No es por ahí. Hay personas que lo están pasando muy mal
y tienen ilusión, tienen vida, cada día encuentran razones para seguir
adelante. Esto demuestra que es posible otro estado, otro ánimo, otra manera de
vivir. Fuera el abatimiento, fuera la apatía, fuera la desesperanza.
Ayer fue la festividad de
pentecostés. Jesús nos ha dejado el Espíritu. Decíamos en el comentario de ayer
que ese Espíritu está dentro de cada uno. Así lo creemos. Así lo sentimos. Y
así lo anunciamos. Dejémosle actuar, no le tapemos, dejemos de buscar excusas.
Este es nuestro tiempo, nuestro momento. Es el mejor. Es el único. No hay otro.
Tenemos Espíritu, somos Espíritu. El Espíritu es alegría, es esperanza, es
cercanía, es comprensión, es amor.
Seamos personas con
Espíritu. Vayamos con la cara bonita. Con la sonrisa en el rostro. Con los
brazos abiertos. Con la mirada en la gente. Es el camino que nos lleva a la
felicidad. Es el mismo camino que recorrió Jesús. Es el camino que nos propone
el Espíritu Santo. Es el camino de los cristianos. Es el camino de los
equipistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario