Todos
tenemos sombra. Todos hacemos sombra, pero aparece muchas veces esta palabra
con sentido figurado dependiendo de los adjetivos y del verbo que la acompañen.
Tener mala o buena sombra hacen referencia al bien o al mal que nos acechan ¿o
al mal que nosotros provocamos? Esconderse o estar “a la sombra de” es estar
bajo la protección de alguien.
La sombra
es algo que nos acompaña, que va unida a nuestro cuerpo y, si hay luz, nuestro
cuerpo produce sombra. Parece pues algo opuesto a la luz, unido a lo corporal.
Si no hay
luz, no hay sombra. Todos los cuerpos producen sombras si están expuestos a la
luz. Pero por sí misma la sombra sin la luz no existe.
Esto nos
hace pensar en que los tibios, los que nunca se enfrentan a nada, no son
visibles y no dan sombra. Por eso los que a veces son criticados es porque son
muy visibles, luchan mucho y lógicamente si son luz, producen sombras.
No temamos
la sombra, es un indicio claro de que cerca está la luz.
Un abrazo
Huellas
Me gusta esta referencia que hacéis a la luz que inevitablemente conlleva sombra. Setarcos
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