El verano toca a su fin, y
ha sido un verano maravilloso para nosotros.
Posiblemente para algunos no
haya sido tan bueno: enfermedades, fallecimiento de familiares y amigos,
enfados en casa, falta de trabajo…
Pero nosotros queremos enviaros
nuestra sonrisa. Los que fallecieron están en un lugar mejor, así que no
sufráis por ellos, sólo por su ausencia. Las enfermedades son duras, pero de
alguna manera Dios nos moldea con ellas
y nos hace más humildes y cariñosos con los cercanos, los enfados entre
nosotros pasan pronto y lo que hoy nos parece grave, mañana sólo es una sombra
y la falta de trabajo que tanto nos entristece hace que nuestras familias se
ocupen de nosotros y los tengamos cerca.
Ya sabemos que todo no es
tan fácil, pero es mejor ver las cosas en positivo, porque aunque los problemas
sigan ahí, parecen menores si los vemos desde esta perspectiva.
Ánimo y que Dios nos cobije
a todos bajo su mano.
Huellas
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