A Vos, ternura plena, del Hogar mi Señora,
imploro humildemente la ayuda que preciso
para animar familias que vuestro Amor añora
y sientan que la Gracia, brota del
compromiso.
Conoces bien mis fallos, de nada soy ejemplo,
pero
tengo la dicha de sentir vuestro aliento
si os invoco de noche y también en el templo,
anhelando a tu Hijo, como en Tiempo de
Adviento.
Difundir es compartir, de la vida, lo bueno:
extender la Noticia, aliviar la dolencia
del
que está malherido o desnudo al sereno:
curarle sus heridas es cuestión de conciencia.
No esperar nada a cambio, nuestra Paz es
salario,
esparcir la semilla, trabajar sin desmayo
aguardando la aurora y el Señor, a diario.
¡Él
sabrá cuántas plantas, darán flores en mayo!
Tomado
del Boletín de ENSValladolid Enero 2015
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