Estamos llegando a la primavera
y tras tanta nieve, ahora el tiempo nos acompaña. El día está precioso cuando escribimos esto y los
pantanos han acumulado tanta agua que hay que desembalsar porque están hasta
arriba. Pero la verdad es que nuestra montaña está preciosa.
Por eso pensamos que es un buen
momento para dar gracias a Dios por tantas cosas bonitas como nos rodean.
Pero quizá alguna persona que
lea esto no lo esté pasando tan bien, hay enfermedades, soledad, crisis de
economía, desencuentro con la familia o con los hijos… Por eso en los momentos
de alegría no debemos olvidar las cruces de otras personas y acercarnos a
ellas, y pedir a Dios que sepan aceptar las situaciones que están viviendo.
Gracias Señor por enseñarnos
también a vivir las cruces, en esta Cuaresma.
Un abrazo
Huellas
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